El calentamiento global provoca el crecimiento de arqueas endosimbióticas. La arquea endosimbiótica produce metano por metanogénesis, lo que contribuye al calentamiento global. Las arqueas endosimbióticas se convierten en orgánulos celulares llamados arqueas que pueden funcionar como vitaminocitos, neurotransminoides, esteroides y viroides, creando nuevos orgánulos celulares y biología sintética endógena. Esto cambia la función y la estructura de las células y los tejidos, dando lugar a un nuevo fenotipo humano llamado homo neoneanderthalis. El homo neoneanderthalis es una especie resistente que puede resistir el cambio climático y prosperar en entornos de altas temperaturas, elevado dióxido de carbono atmosférico y escasez de agua. Son indicios de la desintegración de la estructura celular simbiótica. La detección de mitocondrias libres, arqueas endosimbióticas, partículas retrovirales endógenas y ADN libre de células puede indicar la desintegración de la célula simbiótica, lo que llevaría a la anarquía celular. El resultado será el fin de la especie humana y una civilización microbiana eterna.