A pesar de su experiencia de a os en el Servicio de Bomberos de Badajoz, el vello de los brazos se le eriz y un escalofr o le recorri la espalda. La m sica del coche sonaba escandalosa en mitad de la noche y el ritmo repetitivo de la m sica disco lo inundaba todo. En contraste con la incitaci n festiva de la m sica, la escena que se mostraba antes sus ojos era espeluznante.***Dicen que mat a una persona, y est n diciendo la verdad, pero eso no significa que yo sea un asesino. He liberado al mundo de uno, y he hecho justicia. A pesar de eso, temo que no saldr de estas cuatro paredes o que solo lo har acompa ado del verdugo, porque la ley es implacable. ***As comienzan dos historias de bomberos ocurridas en la misma ciudad, pero separadas entre s un siglo y medio. Con un trasfondo de suspense, las dos discurren paralelamente mostrando al lector las profundas diferencias en las que se mueven los protagonistas, una bombera profesional en la actualidad, y un bombero voluntario acusado de asesinato a finales del siglo XIX.